Todo comenzó como cuando tenía más o menos nueve años. Tenemos la costumbre de viajar siempre donde mi abuela pero ella se estaba cambiando de casa, ella se mudó a un barrio y nosotros fuimos donde ella para conocer el barrio y quedarnos unos días con ella. Un día llegaron mis primos y nos pusimos a jugar en la calle, de pronto salió un chiquillo tres años mayor que yo. Fue cuestión de segundos para que yo conociera el amor, me enamoré perdidamente de él.
Al pasar los años yo crecía pero igual crecía mi amor por él, él no lo sabía pero en cambio casi toda mi familia sabía que yo vivía enamorada de él. Un día por cuestión de juego de molestarme a mí, unos primos y yo estábamos en la acera de una casa y él estaba dentro de la de él, pues un primo le gritó que él me gustaba, en ese entonces yo no le importaba ni poquito a él, es más hacía todo porque no estuviera lejos de él.
Pasados los años el empezó a conocerme y yo le empezaba a importar, no me quitaba la mirada de encima, salía a la puerta de su casa sólo para mirarme, y claro yo seguía enamorada perdidamente de él.
Una vez yo estando en mi casa le rogué a mi prima que le preguntará si sentía algo por mí, él dijo que estaba enamorado de mí y yo de un brinco caí de la felicidad, de ahí en adelante empezó nuestra historia.
Todo nuestro amor fue en secreto puesto a que toda mi familia se oponía, lo que me duele recordar es que nunca pudimos ser completamente felices, siempre algo interfería, nunca nos rendimos, intentamos e intentamos miles de veces pero siempre era destruido el castillo de amor que construimos.
Una vez fui sola donde mi abuela con mi hermano, a mi abuela le llegaron visitas, mi hermano se fue con unos primos. Mi prima y yo realizamos un plan perfecto para yo encontrarme con él, lo logramos y nos pudimos dar nuestro primer y único beso de amor, esa fue la única ver que pude estar con él, teníamos todos los factores en contra, distancia, familia, opiniones, desilusiones, y muchos más.
El año pasado lo volvimos a intentar pero era amor de celular e Internet, igualmente fracasó, me mataba su ausencia y lo único que me conectaba a él era el teléfono celular. Me moría por besarlo, abrazarlo, amarlo. Pero lo único que tenía era un celular en mis manos donde escribía palabras de amor. Igualmente todos los factores interfieren. Y me di cuenta en muchas cosas de él que hoy me duelen mucho, como que siempre cuando nos separábamos buscaba a mi prima para hablar el de mí, y cosas más. Hasta una vez perdida me busca, recuerdo la última vez que buscó diciendo que sólo una amistad quería conmigo. También me di cuenta que yo a él nunca le importé tanto como me hizo pensar o como lo que me importó a mí. Eso me hizo pedazos y prometerme a mí misma que no iba a estar con él más. Pero no puedo negar que aún lo amo y nunca puedo dejar de pensar de él. Aún lo amo, como si fuera la primera vez.
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